LOMBARDIA Mantua, Milán, Monza y Brienza, Pavía, Sondrio, Varese

MANTUA.

Situada en la parte sureste de Lombardía, entre Véneto y Emilia Romaña. Los espacios naturales son de una gran variedad: las suaves colinas de Moreniche en el norte y la amplia llanura en el sur atravesada por ríos como el Mincio, río principal de la zona de Mantua, es él el que confiere a la capital su inconfundible fisonomía, con tres lagos que la convierten en una Venecia del interior junto al que surge Mantua, el Oglio o el Po.

La provincia aparece dividida en tres zonas, caracterizadas por algunas diferencias culturales y lingüísticas: el Alto Mantovano, en la parte norte, sobre Asola y Goito; el Basso Mantovano, correspondiente a la zona baja el Po y, para concluir, el Medio Mantovano, situado en el medio de las zonas precedentes.

MANTUA

Palacios, villas señoriales, parques, ciudades construidas según los ideales renacentistas, asi es Mantua; su capital, es una de las ciudades más bellas y más llenas de arte e historia de la Italia septentrional.
Dominada por la dinastía de los Gonzaga que la convirtieron en una ciudad-corte de enorme esplendor, conserva en su centro histórico testimonios de aquella época.
El Palacio Ducal es una auténtica ciudad-palacio con sus 500 salas, patios y jardines. El Palacio del Capitano da a la Plaza Sordello, centro de la ciudad con la cercana Plaza de las Hierbas, a la que se llega pasando por los característicos pórticos.

De ahí el Palacio de la Ragione y el contiguo Palacio del Podestà, el edificio público medieval más antiguo junto a la Torre del Reloj. En el famoso Duomo distinguimos varios estilos arquitectónicos: desde el románico campanario hasta el neoclásico de la fachada, mientras que la Basílica de San Andrés, diseñada por Leon Battista Alberti, alberga la tumba de Andrea Mantegna.

SABIONNETA

La ciudad anhelada y fundada según los preceptos de Vespasiano Gonzaga, que quiso dejar como herencia cultural una ciudad “ideal”.

Acordonada por fortificaciones del siglo XVI, Sabbioneta cuenta entre sus mayores puntos de interés las puertas de acceso Imperiale y della Vittoria, la Galleria degli Antichi en la Plaza de Armas, el Teatro Olímpico diseñado por Vincenzo Scamozzi y decorado con frescos de Paolo Veronese, pero también la iglesia de Santa María Asunta, el Palacio Ducal y el Palacio Giardino.

La región cuenta con una importantes arquitectura religiosa como la catedral gótica de Asola e iglesias destacas en Castiglione delle Stiviere, Ostiglia (ciudad romana y patria del notorio Cornelio Nepote), Cavriana, Pieve di Coriano, Medole, donde se conserva una obra de Tiziano, y San Benedetto Po, con la abadía reconstruida por Giulio Romano. Revere conserva los restos de la residencia de los Gonzaga, así como Castel Goffredo. En Marmirolo hay que visitar el casal de caza del Bosque de la Fontana.

 

MILAN

Mediolanum (antigua ciudad de Milán de época romana) oculta, a menudo escondida en los museos, las iglesias, los edificios, en las excavaciones del metro o encerrada entre algún moderno complejo.

La época de mayor desarrollo fue la renacentista, que coincidió casi en su totalidad con el período de las señorías. A este período remonta el Castillo Sforzesco con la Torre del Filarete y el Parque Sempione a sus espaldas, situado justo en el corazón de la ciudad de Milán mirando hacia el Duomo, imponente representación gótica del poder de la ciudad en la época de las señorías. Al lado de la Plaza Duomo destaca la Galería Vittorio Emanuele II, considerada como el salón de Milán debido a sus elegantes tiendas. Entre los edificios destaca el neoclásico Palacio Real, junto al Duomo, que hoy acoge importantes exposiciones artísticas.

Poco lejos, la pinacoteca Ambrosiana expone una riquísima colección de telas de grandes artistas como Caravaggio, Tiziano y Rafael. En el homónimo barrio, la pinacoteca de Brera guarda una de las principales colecciones de pintura italiana con obras maestras como el Cristo Muerto de Andrea Mantegna. Más obras maestras en el Museo Poldi Pezzoli, considerado como una de las más importantes casas-museo de Europa.

Más escondida, Santa Maria delle Grazie es un templo que lleva las firmas de Bramante por lo que se refiere a la iglesia y la antigua sacristía, y de Leonardo por la obra maestra guardada en el refectorio del convento anexo a la iglesia, La Ultima Cena.

Los pueblos de la región también guardan muchos tesoros artísticos: castillos, villas extraordinarias, abadías, edificios, entre los que destacan, en Monza, la Villa Real con su parque y la Catedral.

En Corbetta, la casa de Corbellino o Castelletto es un ejemplo de edificio edificado sobre los restos de un castillo, y más tarde restaurado y ampliado. En Novate Milanese, la “Casa de’ Busti” y el “Oratorio dei Santi Nazaro y Celso (Gesió) son un ejemplo de casa nobiliaria y oratorio del siglo XVI. En Abbiategrasso, es de gran interés la iglesia de Santa María Nueva, sobre cuya fachada aparece la gran pronaos proyectada por Bramante. A pocos kilómetros de esta localidad, situado en una altura que domina el valle del Ticino, hay otro ejemplo muy interesante de arquitectura cisterciense del siglo XII, la Abadía de Morimondo.

Las abadías medievales de Milán son de gran interés: Chiaravalle y Morimondo del orden cisterciense; Viboldone y Mirasole del orden de los humillados. En el norte de la capital surgen las villas di delizie, que ofrecen parques y rincones de incomparable belleza; al este de la ciudad, junto al río Adda, el arte encuentra la naturaleza y ofrece magníficos ejemplos de arquitectura industrial dentro de un escenario natural, como la centrale hidroeléctrica Taccani, en Terzo Sull’Adda.

Los castillos son otra riqueza del territorio: en el margen del Muzza en Cassano d’Adda, el Castillo Borromeo d’Adda cuenta con una historia milenaria conocida desde el siglo IX, aquí han salido a la luz, después de una cuidadosa restauración, frescos de la escuela de Giotto; en Legnano, el Castillo de San Jorge fue erigido en el siglo XIII sobre un prexistente convento de los agustinos; en Cusago, el Castillo Visconteo es considerado uno de los mayores ejemplos de arquitectura castellana de la región. Un vistazo a la zona baja de Milán nos lleva a San Colombano, Lambro y al Castillo Belgioioso y Casalpusterlengo, con la torre almenada de Pusterla con dos cuerpos sobrepuestos.

 

MONZA Y BRIANZA

Monza, ciudad de origen antiguo y famoso centro industrial, que conserva en el casco histórico importantes espacios e interesantes monumentos.
El Duomo, del siglo XIII, custodia la celebérrima Corona Ferrea, cuajada de piedras preciosas que, según la tradición, proviene de un clavo de la cruz de Cristo.

Muy interesante el Museo Serpero, que conserva el tesoro del Duomo. La Villa Real, construída en estilo neoclásico por Piermarini a finales del siglo XVIII, presenta un suntuoso interior con un teatro de corte, la sala hemisférica, la capilla y el salón de honor. En el ala norte se encuentra la Pinacoteca Civica.

El circuito de Monza es considerado una joya de la técnica, es el mayor complejo deportivo del motor de Italia.

Brianza ocupa el centro de la región de los lagos, de hecho son muchos los lagos que siembran su paisaje; el más imortante de los cuales es el Lago Annone, con una forma que recuerda a un corazón y con la península central de Isella que lo divide en dos.

PAVIA

PAVÍA

Conserva numerosos monumentos de su glorioso pasado medieval, cuando fue uno de los centros más importantes de la Italia septentrional. Entre las espléndidas iglesias destacan el Duomo, con una de las cúpulas más grandes de Italia y la Basilica di San Miguel, obra maestra del estilo románico lombardo.

La visita a la ciudad continúa con el Castello Visconteo, un edificio en planta cuadrada con cuatro torres y un ancho foso, hoy sede de los museos municipales con repertos de la época romana, esculturas de la época longobarda y la pinacoteca.

Muy famoso es el puente cubierto, reconstrucción de una estructura del sigo XIV destruida durante la Segunda Guerra Mundial, que lleva al Borgo Ticino, donde se encuentra la iglesia de Santa María en Belén.
Entre Pavía y Milán, el monumental complejo marmóreo del Convento de los Monjes Cartujos nace en el siglo XIV por deseo de Gian Galeazzo Visconti.

SONDRIO

SONDRIO

En Sondrio destaca el centro de la ciudad la plaza Garibaldi, caracterizada por elegantes edificios neoclásicos, el cine-teatro Pedretti, edificado en 1820, según un diseño del arquitecto Canonica.

Desde aquí parten callejuelas que permiten visitar la Sondrio antigua, renacentista, barroca, neoclásica, moderna y contemporánea, y además se puede admirar el Castillo Masegra, que cuenta con una vista espléndida sobre las viñas y los glaciares del Valmalenco.

En el territorio de Valtellina, las torres y los castillos son muy numerosos como la Torre llamada “de li beli miri” (de las bellas vistas) de Teglio, castillo de Grumello en Sondrio, de Bellaguarda en Tovo di Sant’Agata o de Grosio, entre otros.

Numerosos son también los santuarios, como el de la Beata Vergine di Tirano, la Madonna della Sassella.

Punto fuerte del territorio son las estaciones de esquí de la “Skiarea Valtellina” que se compone de cuatro grandes zonas de esquí: Alta Valtellina, Aprica, Valmalenco y Valchiavenna. Valtellina se anima también en verano con sus paisajes espléndidos que en los meses cálidos se adornan de colores en sus numerosos parques como el Parque Nacional del Stelvio, el mayor parque natural italiano, o el de las Orobie Valtellinesi, con el Observatorio Eco-Faunísitco Alpino de Aprica, la Reserva Natural del Val di Mello.

VARESE

VARESE

La ciudad-jardín, tiene una estructura urbana peculiar, debido a que, al contrario de las otras ciudades lombardas, su centro no se ha unido a los pequeños núcleos, le castellane, que han ido surgiendo con el tiempo a su alrededor, sino que entre el centro de la ciudad y le castellane han quedado amplios espacios de vegetación en los que, a partir del siglo XVIII, surgieron preciosas villas rodeadas por jardines que desde entonces constituyen uno de los mayores atractivos de la ciudad.

El punto principal de Varese es el Corso Matteotti, donde se elevan los preciosos edificios señoriales y el corazón de una agradable área peatonal donde se puede pasear entre las tiendas del casco antiguo. Merece la pensa visitar, además, la basílica de San Vittore con el famoso campanario y el Baptisterio de San Juan.

Maravillosa es la Villa Menafoglio Litta Panza en Biumo, que acoge una colección de arte contemporáneo, africano y precolombiano. Destaca también Villa Ponti, cuyo parque acoge un pequeño lago de origen manantial, así como el Palacio Estense, con uno de los jardines del siglo XVIII más bonitos de toda Lombardía, el castillo Castiglioni Mantegazza en Masnago y la Torre de Velate.

En Bisuschio se puede admirar la Villa Cicogna Mozzoni del 1400, con un amplio parque del siglo XIX a sus espaldas. En Casalzugno se encuentra otra propiedad del Fai, la Villa della Porta Bozzolo. Los amantes de los castillos no se pueden perder la Rocca Borromeo en Angera, que con su dimensión imponente domina un amplio tramo del lago Maggiore, y el Castillo Visconti de San Vito en Somma Lombardo.

El lago Maggiore ha sido la cuna de linajes prestigiosos tales como los Borromeo y los Visconti y es entre el color esmeralda de los bosques y el azul del cielo que surgen, majestuosos, refinados e imponentes estos castillos con sus jardines a la italiana y sus peñones inexpugnables.

En Saronno el Santuario de la Beata Virgen de los Milagros, una basílica romana que data del año 1498. Entre las localidades de interés destacan el asentamiento de Castelseprio con la pequeña iglesia de Santa Maria Foris Portas y, no lejos de aquí, Castiglione Olona.

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