CAMPANIA: Napoles – Vesubio – Pompeya

Napoles
Napoles, capital de la región de Campania es la ciudad más poblada del sur de Italia.
A la sombra del imponente Vesuvio y frente al Golfo del mismo nombre, posee una gran riqueza histórica, artística, cultural, y gastronómica. Por todo ello, la Unesco, declaro su centro histórico patrimonio de la humanidad
Historia En el S.VII a.c. los griegos fundaron la colonia de Cumas. Un siglo después los colonos griegos crean en la colina de Pizzofalcona, la ciudad de Parténope.
En los siglos siguientes, la ciudad se extendió ocupando nuevos terrenos y tomando el nombre de Ciudad Nuevo o “Neapolis” de donde deriva su nombre actual. Griegos, romanos, normandos y españoles han dejado su huella en la ciudad. La ciudad fue el centro político del reino borbónico de las Dos Sicilias. En el siglo XX, primero durante el fascismo y en la reconstrucción subsiguiente a la Segunda Guerra Mundial se construyó gran parte de la periferia. En las últimas décadas, Nápoles se ha dotado de un zona comercial con rascacielos e infraestructuras, y red de metro en proceso de expansión.
Muy diferente de otras ciudades italianas, Nápoles , desordenada, ruidosa, con un trafico caótico, decadente, pero con una luz y una gente que hacen de esta ciudad algo especial, que bien merece la pena conocer.
Arte Nápoles es muy conocida por sus castillos, palacios y museos y sin lugar a dudas por el número de iglesias que conserva la ciudad. En el S.XVIII, se la conocía como la ciudad de las 500 cúpulas, después de bombardeos, terremotos e incendios, hoy conserva cerca de 400.
El Castillo del Huevo forma parte del bellísimo panorama del Golfo. Se llama así porque, según la leyenda, Virgilio habría escondido en el interior del castillo un huevo que soportaría la estructura del edificio, y que, de romperse, provocaría el hundimiento de la fortaleza, y que la ciudad sufriera grandes catástrofes. Situado en el islote de Megaride donde desembarcaron los cumanos que fundaron la ciudad. El castillo fue reconstruido y reestructurado por los normandos (1128) y por los españoles en sendas ocupaciones. Actualmente, se permite la entrada al público. Se puede apreciar la majestuosidad de la fortaleza, la terraza con cañones y la muy característica villa marina al pie del castillo ,con agradables terrazas y restaurantes.
El Castel Capuano fue construido por Guillermo I de Sicilia, el primer rey del Reino de Nápoles fundado por los normandos. Su nombre se debe a que está en la ruta que conduce a la ciudad de Capua. Cuando el Sacro Imperio Romano conquistó el reino, la capital se trasladó a Palermo, deteriorándose el edificio a causa del abandono. Pero cuando la dinastía aragonesa conquistó el Sur de Italia y la capital volvió a Nápoles, y se comenzó una gran remodelación del castillo. En los siguientes 500 años, el edificio se utilizó como sede de los tribunales; en la actualidad ofrece un contraste arquitectónico notable, al encontrarse en las inmediaciones de la zona de rascacielos, el Centro Direziol
Castillo Maschio Angioino (Hombre de los Anjou), más conocido como Castel Nuovo, fue construido entre 1279 y 1282 por Carlos I de Anjou, siendo el palacio real de su dinastía. En tiempos de Roberto de Anjou, uno de los más notorios mecenas de su tiempo, se hospedaron en el castillo grandes figuras de las artes y las letras, como Petrarca o Boccaccio, quien escribió el Decamerón entre sus muros. De esta primera etapa no quedan restos, debido a la reestructuración inmediata a la llegada de los aragoneses.
El castillo posee cinco torres que son los puntos de unión de las gruesas murallas:Torre di Guarda, Torre di Mezzo, Torre Si San Giorgio, Torre del Beverello, Torre del Oro y un arco de triunfo de marmol, el arco de Alfonso de Aragona, cual fue construido en el siglo XIII para celebrar la entrada de Alfonso I de Aragón en la ciudad el 26 de febrero de 1443.
El Castel Sant Elmo domina desde lo alto de la colina del Vomero desde 1275 por obra de Carlos I de Anjou. Fue completamente restaurado entre el 1538 y el 1546 por el Virrey Don Pedro de Toledo. La base que anteriormente era cuadrada, desde entonces tiene forma de estrella. Este castillo fue escenario de la última y desesperada defensa de la República Napolitana contra la ocupación borbónica.
El Palacio Real de Nápoles fue iniciado en el año 1603 por el virrey de Nápoles, el Conde de Lemos, en previsión de una posible visita del rey Felipe III de España a la ciudad que no se llegó a hacer nunca. El proyecto inicial fue encargado al arquitecto Domenico Fontana que ya había realizado importantes obras en Roma para el Papa Sixto V.8 Sin embargo el proyecto sufrió numerosos cambios y no fue hasta la mitad del siglo XIX que se da por concluido, aunque desde el mismo momento en que se empezaron a colocar los cimientos, el Palacio Real de Nápoles fue el centro de la vida política y social napolitana. A partir del año 1734, año en que la corte se instaló permanentemente en Nápoles, se llevan a cabo obras de restauración del Palacio, que se encontraba en pésimo estado de conservación. A partir de entonces se encargarían progresivas modernizaciones que adecuaron al Palacio a un estilo más barroco. A lo largo del reinado de Fernando II de Nápoles, monarca de las Dos Sicilias, se tendió a la centralización de los poderes del Estado, propia del Absolutismo. Desde 1919 alberga la Biblioteca Nacional.
El Palacio de Capodimonte fue construido por orden de Carlos VII, rey de Nápoles y Sicilia (que sería posteriormente Carlos III, rey de España). Se comenzó su construcción el 9 de septiembre de 1738 bajo la dirección de Giovanni Antonio Medrano, que también fue responsable del monumental Teatro San Carlos de Nápoles. El rey Carlos construyó Capodimonte expresamente para conservar la fabulosa colección de arte de los Farnesio, que había heredado de su madre, Isabel de Farnesio, última descendiente de la casa ducal soberana de Parma. El museo acoge obras de Giovanni Bellini, Sandro Botticelli, Caravaggio, Annibale Carracci, Artemisia Gentileschi, Francisco de Goya, Simone Martini, Masaccio, Tiziano, entre otros.
El Teatro San Carlo, fue construido en menos de un año, e inaugurado el 4 de noviembre de 1737, siendo el más antiguo teatro de ópera activo del mundo. Por sus dimensiones y estructura, ha sido el modelo de los siguientes teatros de Europa. En 1816 fue restaurado después de un incendio.9 Entre los directores y compositores que se han presentado en el teatro, están Gioacchino Rossini y Gaetano Donizetti.
El Museo Arqueológico Nacional de Nápoles comenzó a formarse con piezas de mármol que Carlos de Borbón había heredado de su madre. Tras el descubrimiento de piezas arquitectónicas romanas halladas en Pompeya, el museo fue creciendo. Actualmente, posee una enorme cantidad de mármoles, mosaicos y manufacturas de la época romana y algunas de las momias mejor conservadas del mundo.
Galería Umberto I, cuya estructura de hierro y cristal responde a los gustos arquitectónicos de finales del siglo XIX; dentro está lleno de actividad: cafés, empresas, librerías, boutiques y moda, y se ha convertido en un lugar de encuentro de moda para los artistas del mundo del teatro y la música. El interior tiene un suelo de mármol con una gran decoración circular que representa los signos del zodíaco y una brújula con los puntos cardinales. El techo es de cristal con la apertura de una cúpula en el centro
Catedral de Nápoles Duomo di Napoli, en italiano, es todo un compendio histórico de estilos arquitectónicos. Probablemente, en la Antigüedad, en su sitio se erguía un templo de Apolo Para llegar a los orígenes del edificio actual debemos remontarnos al 1299, al reinado de los Anjou. Al ser remodelada en los siglos siguientes, posee diversos estilos arquitectónicos: la fachada neogótica del Purismo italiano del siglo XIX, sus puertas son góticas y la sala principal barroca. Un ejemplo del estilo barroco en esta iglesia, es la capilla del tesoro, que posee la estatua de San Gennaro y otras 51 estatuas de plata. El tesoro está formado por varias donaciones de ricos devotos, entre los cuales sobresale la mitra de plata con piedras preciosas donada por Matteo Treglia. En la capilla, se encuentran cápsulas que contienen la sangre del santo. Todos los 19 de septiembre, aniversario de la muerte del santo, la sangre se licúa, este milagro que atrae miles de fieles anualmente, y es uno de los primeros casos de sangre licuada, después de la de San Charbel Makhlouf en el Líbano o la de San Pantaleón (monasterio de la Encarnación, Madrid)
La Cartuja San Martino fue fundada en el año 1325 por Carlos el Ilustre, hijo del rey Roberto de Anjou, en el monte de Sant Erasmo, donde existía una primitiva fortificación militar. Los trabajos de edificación se prolongaron hasta 1368, fecha en la que la Cartuja fue inaugurada. Junto al Castillo de Sant Elmo, domina la ciudad. Monasterio de Santa Chiara, en el corazón del centro histórico de la ciudad, construido entre 1310 y 1340 por Roberto de Anjou. La l estructura gótica original tuvo una reestructuración barroca en el siglo XVII. En 1943 fue prácticamente destruida por los bombardeos Aliados, y posteriormente, completamente restaurada a su original forma gótica. En su interior yace el rey Roberto de Anjou, María Cristina de Saboya y el héroe nacional Salvo de Acquisto.
La Iglesia de San Domenico Maggiore fue construida entre 1283 y 1324 por Carlos II de Anjou, fue restaurada después de grandes desastres, en estilo barroco en el siglo XVII, y en estilo neogótico en el siglo XIX. En esta iglesia, se encuentra una antigua tabla de Santo Tomás de Aquino sobre Teología.
Iglesia de San Lorenzo Maggiore construida por Carlos I de Sicilia y Nápoles en el siglo XIII. En el interior se encuentran las tumbas de Caterina de Austria, Carlo y Giovanna di Durazzo y Roberto de Artois. En esta iglesia Giovanni Boccaccio encontró su amor, Fiammetta, y Petrarca rezó la noche del 4 de noviembre de 1343, aterrorizado por la predicción de un ermitaño sobre una desastrosa tormenta.
Iglesia de San Francisco de Paula. Con la demolición en 1809 de los conventos Largo di Palazzo, Murat liberó el espacioso terreno que hoy conforma la plaza, pensada como un foro en que un grandioso edificio civil en forma de hemiciclo confrontaría el Palacio Real. Con la subida al poder de Fernando I, el edificio se destina a usos religiosos y en el 1824 se termina el conjunto, de 53 m de altura, 38 columnas dóricas y un pronao monumental enfrentado al Palacio Real.
La Capilla de Sansevero o Templo de la Piedad, del siglo XVIII, donde se conserva el famoso Cristo Velado de Giuseppe San Martino. Se trata de una escultura de mármol de una sola pieza que representa un Cristo yacente cubierto por un velo.
Iglesia del Gesú Nuovo construida por los jesuitas, en 1584, bajo la dirección del arquitecto jesuita Giuseppe Valeriano y terminada en 1601, dedicada al Nombre de Jesús y a la Inmaculada Concepción de María, tal como figura en el pergamino colocado junto a la primera piedra, bajo el primer pilar central. La iglesia es conocida popularmente como el “Jesús Nuevo”. La fachada es de sillares de piedra con punta de diamante.
Entre las principales calles del centro de Nápoles, se encuentra la Via Toledo, hace pocos años llamada Via Roma. Lleva su nombre en memoria del Virrey Pedro de Toledo que la construyó en el 1536. Esta calle es una de las principales arterias comerciales de la ciudad en la que se encuentran las tiendas de los principales diseñadores. Es también un reclamo turístico, al jalonarla numerosos palazzi como la sede del Banco de Nápoles, el Palacio Doria de Angri, el Colonna di Stigliano, la iglesia de Spirito Santo, el acceso este al la Galleria Umberto I, la Piazza Trieste e Trento y la Iglesia San Fernando. Más allá de Piazza Dante, la calle conserva su antiguo nombre, Via Roma.
Una de las mayores plazas y tal vez la más notable de la ciudad es la Piazza Plebiscito. Esta plaza se encuentra entre el Palacio Real y el Teatro San Carlo, formando una elipse en medio de la cual se erigen dos estatuas equinas, una de Carlos III, obra de Antonio Canova y otra de Fernando I conmemorando el regreso al poder de la Casa de Borbón, tras la ocupación napoleónica y el gobierno de Murat. En esta plaza se encuentra también la Iglesia de San Francisco de Paula.
Más antigua es la Piazza Dante, conocida en los siglos XVI y XVII como el Mercatello, al albergar una gran cantidad de puestos comerciales, si bien entre el 1757 y el 1765 fue completamente reconstruida por Luigi Vanvitelli, quien la planificó con una estatua de Carlos III en su centro, que nunca llegó a ocupar dicho lugar. Al invadir Napoleón la ciudad, en éste lugar se levantó el árbol de la libertad y desde la Unificación italiana la estatua que da nombre a la plaza es la de Dante Alighieri. De espaldas al poeta se encuentra la iglesia de San Michele con sus alas en hemiciclo coronadas por veintiséis estatuas, tantas como virtudes se le atribuían al rey Carlos.
La zona de San Gregorio Armeno atrae entre noviembre y enero a turistas de todo el mundo. Aquí se localiza el gran mercado del Pesebre, tradición navideña napolitana, donde se encuentran los modelos más refinados y singulares del niño Jesús, María, José, pastores, santos y muchas otras piezas que ayudan a representar la Nazaret de la época. La calle toma el nombre de la importante iglesia homónima construida entre el 1574 y el 1580 con frescos internos de Luca Giordano.
Otra calle importante, es la Spaccanapoli, arteria formada por la Via Pasquale Scura y la Via Benedetto Croce. Esta última está situada entre la Piazza del Gesù Nuovo y la Piazza San Domenico. En Piazza del Gesù Nuovo se sitúa la iglesia homónima y en el centro se encuentra la aguja de la Inmaculada, de 34 metros de altura, con una estatua de la Virgen
El paseo marítimo de Nápoles toma el nombre de Via Caracciolo, en honor al almirante Francesco Caracciolo. La calle es reciente, del siglo XIX. Esta calle separa la Villa Comunal con la Rivera de Chiaia, que deriva de la palabra napolitana Chiaja, que significa playa.
Una de las zonas mas populares de Nápoles, es el conocido como barrio español, formado por estrechas callejuelas , famosas por la ropa tendida de lado a lado de la calle.
Vesubio
Se encuentra frente al golfo de Napoles. Es un volcan activo, del tipo vesuviano, como el Teide o el Fujiyama y de ahí su nombre. Su altura ha variado con el paso del tiempo y de las diferentes erupciones, pero hoy lo que vemos son dos picos unos de 1.281 m y el otro de 1.149 m. y separados por un valle de aproximadamente 5 kms de extensión. Fue consagradazo por griegos y romanos al Hércules (de ahí el nombre de la ciudad Herculano).
Pero sobre todo es famoso por la erupción que en el año 79 sepultó a las ciudades romanas de Pompeya y Herculano, permitiendo conservarlas intactas hasta que se redescubrieron en el siglo XVI Hoy son emplazamientos arqueológicos que permiten investigar la cultura romana y la vida de unas ciudades que han permanecido sin alteraciones desde la Edad Antigua.
La erupción del año 79 supone, asimismo, la primera descripción histórica de una erupción vesubiana, realizada por Plinio el Joven, poco después de que sucediera. Debido a esto, los volcanes vesubianos son también conocidos como plinianos,.
En el siglo I a. C., Pompeya era sólo una de las numerosas ciudades localizadas alrededor de la base del Monte Vesubio. El área tenía una considerable población que se hizo próspera por la famosa fertilidad de la región. De las muchas localidades vecinas de Pompeya, la más conocida fue Herculano.
Pompeya
La ciudad romana de Pompeya junto con la de Herculano, que se encuentra no lejos de la actual Napoles, fueron sepultadas por el Vesuvio en el año 79. Se trataba de una prospera ciudad romana, que ya había tenido que reconstruirse tras un terremoto en el año 62. Y así permanecieron ocultas, hasta el año 1.738 que se descubrió Herculano y 1748 que se descubrió Pompeya.
Desde entonces, ambas villas han sido excavadas revelando numerosos edificios intactos, así como pinturas murales. Realmente el descubrimiento tuvo lugar en el año 1550, cuando el arquitecto Fontana estaba excavando un nuevo curso para el río Sarno. Pero hubo que esperar 150 años antes de que se iniciara una campaña para desenterrar las ciudades. Hasta esa fecha, se asumía que Pompeya y Herculano se habían perdido para siempre.
La ciudad ofrece un cuadro de la vida romana durante el siglo I. La erupción hizo que quedara “inmortalizado” mostrando literalmente hasta el mínimo detalle de la vida cotidiana. Por ejemplo, en el suelo de una de las casas (la de Sirico), una famosa inscripción Salve, lucrum (“Bienvenido, dinero”), quizás con intención humorística, nos muestra una sociedad comercial perteneciente a dos socios, Sirico y Numiano.
En otras casas abundan los detalles sobre diversos oficios, como los trabajadores de la lavandería (fullones). “Pintadas” grabadas en las paredes son muestras del latín empleado en la calle. Durante las excavaciones, ocasionalmente eran hallados huecos en la ceniza que habían contenido restos humanos. En 1860, el arqueólogo italiano Giuseppe Fiorelli sugirió rellenar estos huecos con yeso, obteniendo así moldes que mostraban con gran precisión el último momento de la vida de los ciudadanos que no pudieron escapar a la erupción.
En algunos de ellos la expresión de terror es claramente visible. Otros se afanan en tapar su boca o la de sus seres queridos con pañuelos o vestidos tratando de no inhalar los gases tóxicos, y alguno se aferra con fuerza a sus joyas y ahorros. Tampoco falta quien prefirió ahorrarse el tormento quitándose la vida, conservándose su cuerpo junto a pequeñas botellitas que contenían veneno. Los perros guardianes siguen encadenados a las paredes de las casas de sus amos, al igual que los gladiadores del anfiteatro (en este último caso, acompañados de una misteriosa mujer cargada con todas sus joyas de gala).
Pasear por la ciudad de Pompeya es adentrarnos en aquella rica ciudad romana, de calles perfectamente trazadas, teatro y anfiteatro, comercios y todo tipo de establecimientos de los que queda constancia, como las termas, el lupanar decorado con motivos eróticos que aun se conservan, o casas de personas importantes de la ciudad que conservan pinturas o mosaicos.
La Casa del Poeta Trágico dispone a cada lado de dos mostradores, lo que indica que el dueño era también comerciante y tiene a la entrada uno de los mas famosos y mejor conservados mosaicos, un perro con la inscripción “cave canem” cuidado con el perro. Cabe destacar también La Villa de los Misterios, situada a las afueras de la ciudad, y que conserva grandes frescos en sus paredes. Una de las mas lujosas casas de Pompeya es la del Fauno, que ocupa una manzana entera y esta decorada con estuco y mosaicos En unos de los atrios de la casa, se encuentra una fuente, en la que una figura central de un fauno, da nombre a la misma.